La crisis económica está elevando a cotas históricas el número de pobres que malviven en España. Según los últimos datos, podrían ser el 21,8% de la población.
La pobreza en España aumenta por el número de personas en necesidad pero también por su llegada a capas sociales que hace unos años se beneficiaban de la bonanza económica. La crisis les ha acercado a la pobreza o les ha metido en ella, según apuntan datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de Cáritas y aseguran trabajadores del sector de la asistencia social.
Es difícil describir un pobre en España. Se trata de un "perfil muy heterogéneo", dice Mónica Benlloch, de la fundación Rais. Además, la pobreza ha evolucionado desde los años 90. Hoy el fenómeno más evidente es que la pobreza "se expande", según Pepa Torres, directora de la fundación Luis Vives, y se agrava con la crisis económica. "El perfil del pobre está cambiando, la pobreza ha ido ampliándose" a colectivos que "antes se beneficiaban del Estado del bienestar". En los últimos años, la cifra de personas necesitadas de asistencia no ha dejado de crecer, alcanzando picos históricos entre 2009 y 2011. Es un crecimiento cuantitativo, porque aumenta, y cualitativo, porque incide en nuevos ámbitos.
Precariedad social
La pobreza no se ha desplazado de un segmento de la población a otro, sino que ha ampliado su presencia en familias y trabajadores que durante los años de bonanza disfrutaron de trabajo y elevados salarios y se endeudaron por encima de sus posibilidades. Ahora se han convertido en pobres, mientras que quienes ya lo eran continúan en esta situación, agravada por el aumento de personas que requieren asistencia social.
Esta tendencia no es nueva y el cambio en el perfil de pobre en España se viene produciendo en los últimos años, según constata el estudio La pobreza en España: tendencias y factores de cambio, publicado por la fundación Luis Vives, que apunta que desde los años 90 se observa que la población pobre disminuye entre los mayores de 65 años y aumenta entre los más jóvenes, incluidos los niños -según Unicef, el 24% de los niños españoles están en riesgo de pobreza-.
Cáritas ha advertido este jueves de que el número de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad sigue aumentando en España mientras la red pública de asistencial social "se ha erosionado y disminuido".
Su secretario general, Sebastián Mora, ha hecho esta advertencia en la presentación de la Memoria Anual de 2010, en la que ha subrayado: "Ya no estamos padeciendo una crisis, sino que se está conformando un nuevo mundo en que los más pobres son aún más pobres".
En 2010, Cáritas ha recibido 6,5 millones de peticiones de ayuda (un 4,3% más que el año anterior), de las que dos millones han sido solicitudes de atención básica de emergencia en materia de alimentos, vivienda o atención sanitaria. además, cada vez acude un mayor número de jóvenes afectados por la crisis.
La organización asistencial de la Iglesia católica ha subrayado que un 30% de los que han pedido ayuda lo han hecho por primera vez . El 70% restante corresponde a personas cuya situación "empeora por falta de soluciones".
Según la organización, el número de españoles autóctonos atendidos ha aumentado hasta suponer el 50% de los recipientes de ayuda, cuando antes era de un 40%.
Acogida y atención primaria
La Memoria de la organización detalla que su programa de Acogida y atención primaria, que resuelve los problemas básicos de emergencia como la alimentación, ha atendido a 950.000 personas (un 15% más que en 2009) y ha supuesto un gasto de 35,7 millones de euros.
Un 74% de los solicitantes son familias jóvenes con varios hijosEs en este capítulo en el que más claramente se aprecia la progresión de la crisis, ya que "cada año hay potencialmente más personas que necesitan ayuda de emergencia y la red pública de protección básica, que era débil, no sólo no ha aumentado, sino que disminuye y se erosiona", ha afirmado Mora.
Los receptores de estas ayudas de la organización asistencial de la Iglesia católica son en un 74% familias jóvenes, con progenitores de entre 20 y 40 años, con varios hijos pequeños. Buena parte son mujeres solas con hijos u otras cargas familiares.
Ante esta situación, Cáritas ha aumentado en un 7,5% su inversión anual hasta llegar a casi 250 millones de euros en un año en que las aportaciones privadas han aumentado en un 12% y las públicas han disminuido ligeramente.
De los 250 millones de presupuesto de Cáritas, 160 vienen de particularesPese a la crudeza de la crisis, "Cáritas ni se minimiza, ni disminuye", ha apuntado Mora tras destacar que las ayudas de donantes particulares o empresas han aumentado en un 12,5% en el último año, hasta los casi 160,5 millones de euros.
Los contratados de la organización, al margen de los voluntarios, son algo más de 3.900 y la política de "máxima austeridad" en la gestión resulta en que de cada euro invertido, sólo se dedican 7 céntimos al capítulo de Administración y Servicios, ha subrayado Mora.
Otra vuelta de tuerca
La crisis económica ha dado otra vuelta de tuerca a la categoría de personas que están en riesgo de caer en la pobreza o que ya han caído en ella. Los hogares formados por un solo adulto con menores a su cargo, que en los años 80 ya eran más proclives a caer en esta situación, ahora aumentan porque también aumenta su número. Asimismo, la tasa de pobreza incluye cada vez más a la población inmigrante y se intensifica el fenómeno de los "trabajadores pobres", personas que tienen trabajo pero cuyo salario no es suficiente para cubrir sus necesidades.
Esta es la realidad que describe Nerea Cortajarena, responsable de intervención social de la fundación Emaús, dedicada a la inserción sociolaboral y gestora de centros de acogida y alojamiento. En sus centros de asistencia es testigo del perfil de los "nuevos pobres". "Familias donde los dos adultos no trabajan, no tienen prestación, ni expectativas de encontrar trabajo y sí tienen deudas". Traducido a pie de calle: "Gente que se ha comprado un coche, ahora está sin trabajo, con créditos al consumo y una hipoteca". La fundación Emaús, explica, atiende cada vez más a personas que tenían "una buena situación", en realidad "ficticia" porque "vivían por encima de sus posibilidades, porque pendían de pincitas y cuando una pinza se cae, se pasa a una situación de extrema gravedad".
Otros datos
La pobreza en España aumentó y las estadísticas oficiales indicaron que la principal causa del aumento de la pobreza en España es el desempleo, que se incrementó en 370.000 personas el año pasado, y alcanza hoy a 4,6 millones de personas.
El 21,8 por ciento de la población española vivía el año pasado por debajo del umbral de la pobreza, 1,1 puntos porcentuales más que en 2009, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en Madrid.
De acuerdo con el criterio aplicado por el INE, para un hogar de un sólo adulto, el umbral de la pobreza se ubica en un ingreso de 7.533,3 euros al año, mientras que para uno de dos adultos, el límite sube a 11.300 euros.
El nivel de ingresos de los españoles se redujo 4,4 por ciento en 2010, a 9.371 euros por persona, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, a la que se remite la agencia de noticias Dpa.
Por regiones, la pobreza afecta más a Extremadura (38 por ciento), Canarias (31 por ciento) y Andalucía (30 por ciento); y menos a Navarra (7,3 por ciento), País Vasco (11,6 por ciento) y Asturias (12,3 por ciento).
Bajo nivel de formación
Son las consecuencias en carne y hueso del pinchazo de la burbuja inmobiliaria: jóvenes con bajo nivel de formación, que dejaron los estudios para trabajar en la construcción por sueldos elevados que les permitieron endeudarse en exceso. "También hay muchos inmigrantes, familias jóvenes y familias normales que han pasado, no ya a una situación de riesgo de exclusión, sino a estar directamente en la pobreza".
Después del riesgo de pobreza y la pobreza hay un escalón más hacia el abismo, el que los sociólogos llaman "exclusión social severa", personas que ni siquiera notan los efectos de la crisis. Benlloch dice que "mientras ha aumentado la población en riesgo de exclusión, las personas que estaban muy mal siguen estando muy mal". Es difícil establecer un perfil, porque la falta de recursos económicos no es el único factor, también la falta de familia o amigos a quienes recurrir, de autoestima y experiencias vitales adversas. Aun así, el último estudio sobre personas sin hogar del INE señalaba que el 82% son hombres, que la edad media ha descendido a entre los 30 y los 44 años y que ha aumentado el número de inmigrantes, de personas con enfermedad mental y de personas con cualificación media-alta.
Tradicionalmente los excluidos sociales "han sido los grandes olvidados", apunta Benlloch y la crisis, que ha aumentado el número de demandantes de asistencia social, no ha mejorado su situación. "La crisis ha hecho que gente que tenía una vida normal se haya convertido en pobre y los ya excluidos se ven perjudicados por la llegada de nuevos pobres para la asignación de ayudas", dice Cortajarena. Por ejemplo, las ayudas para búsqueda de empleo ahora se destinan a los de corta duración.
Un futuro muy oscuro
Aunque la crisis empiece a terminar aún se tardará tiempo en crear empleo, unido a un recorte de los recursos públicos que ya se está dando. También hace falta un "cambio de modelo" para que la gente no pueda vivir tan por encima de sus posibilidades y también para corregir el hecho comprobado de que no es sólo la crisis, sino que el crecimiento económico a partir de los 90 tampoco sirvió para reducir la pobreza. En el periodo bueno no fuimos capaces de reducir la pobreza y ahora tenemos una pobreza adicional de personas que no lo estaban durante los años de bonanza. ¿A dónde vamos a llegar?, ¿Qué futuro nos espera a los jóvenes?
Me ha parecido buena idea destacar los datos estadísticos para poder visualizar mejor la situación en la que nos encontramos.
Noticia publicada en diversos medios de comunicación el día 21/10/2011