lunes, 12 de diciembre de 2011

Capítulo IV.- Plusvalía y Capitalismo (Sweezy)

IV. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO

Es IMPORTANTE no confundir la producción de mercancías en general con el capitalismo. El capitalismo implica la producción de mercancías. Un alto grado de desarrollo de la producción de mercancías es un prerrequisito necesario para la aparición del capitalismo.

1.    El capitalismo
   Bajo la producción simple de mercancías, cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción; bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo, son mercancías; es decir, unos y otra son objetos de cambio y, por lo mismo, portadores de valor de cambio. También las relaciones entre propietarios y no propietarios tienen el carácter de relaciones de cambio. Lo primero es característico de la producción de mercancías en general, lo segundo, del capitalismo solamente. La compra y venta de la fuerza de trabajo es la diferencia específica del capitalismo.
   En la producción simple de mercancías el productor vende su producto a fin de comprar otros productos que satisfagan sus necesidades específicas. Empieza con Mercancías, las convierte en Dinero, y de ahí, una vez más, en Mercancías. Las Mercancías constituyen el principio y el fin de la transacción. Marx designa este circuito, simbólicamente, como M-D-M. Bajo el capitalismo, el capitalista, actuando en su calidad de tal, se presenta en el mercado con Dinero, compra Mercancías (fuerza de trabajo y medios de producción) y entonces, después de cumplido un proceso de producción, vuelve al mercado con un producto que convierte una vez más en Dinero. Este proceso se designa como D-M-D. Es, sin duda, evidente que si la D del comienzo tiene la misma magnitud que la del fin, todo el proceso carece de sentido. De ahí que el único proceso significativo desde el punto de vista del capitalista sea D-M-D´, en el que D´ es mayor que D. La transformación cualitativa del valor de uso es reemplazada aquí por la expansión cuantitativa del valor de cambio como objetivo de la producción. El capitalista sólo tiene por qué desembolsar dinero a cambio de fuerza de trabajo, medios de producción, si en esa forma puede adquirir una cantidad mayor de dinero. El incremento del dinero, la diferencia entre D´y D, es lo que Marx llama plusvalía.
   La circulación de capital, por lo tanto, no tiene límites. El poseedor de dinero se convierte en capitalista.

2.    El origen de la plusvalía
   Para descubrir el origen de la plusvalía es necesario ante todo analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía, no queremos decir que el trabajo mismo sea una mercancía.
El trabajo es el uso de la fuerza de trabajo. Por tanto, la fuerza de trabajo es el trabajador mismo.
   Puesto que la fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía. ¿Cómo se determina el valor de “esta mercancía peculiar”? Marx responde a esta cuestión: El valor de la fuerza de trabajo se determina por el tiempo de trabajo necesario para la producción, y, en consecuencia, también para la reproducción de este artículo especial…
   El valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor de una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias.
   El capitalista llega al mercado con dinero y compra maquinaria, materiales y fuerza de trabajo. Los combina después en un proceso de producción del que resulta un volumen de mercancías que son lanzadas nuevamente al mercado. Marx supone que el capitalista compra lo que compra a sus valores de equilibrio y vende lo que vende a su valor de equilibrio. Y sin embargo, al final tiene más dinero que cuando comenzó. En algún punto del proceso se ha creado más valor o plusvalía. El valor en exceso = plusvalía que el capitalista puede tomar para sí.
   La jornada de trabajo puede dividirse en dos partes:
-          Trabajo necesario
-          Trabajo excedente
Bajo las condiciones de la producción capitalista el producto del trabajo necesario va a poder del obrero en forma de salario, mientras que el capitalista se apropia el producto del trabajo excedente en la forma de plusvalía.

3.    Los componentes del valor
   El valor de cualquier mercancía producida en las condiciones del capitalismo se puede dividir en tres partes:
  1. El valor de los materiales y la maquinaria usados. Capital constante (c).
  2. La que restituye el valor de la fuerza de trabajo. Produce un excedente, una plusvalía. Capital variable (v).
  3. Es la plusvalía misma (p).
Podemos formular así el valor de una mercancía: c + v + p = valor total – Teoría económica de Marx.

4.    La tasa de la plusvalía
La tasa de la plusvalía se define como la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable (p´): p/v = p´= tasa de la plusvalía.
La tasa de la plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la tasa de explotación, es decir, la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario.
   La tasa de explotación es aplicable a todas las sociedades de explotación, mientras que la tasa de plusvalía sólo se aplica al capitalismo.
   La magnitud de la tasa de la plusvalía está determinada por tres factores:
  1. La duración del día de trabajo.
  2. La cantidad de mercancías que entran en el salario real.
  3. La productividad del trabajo.
5.    La composición orgánica del capital
   La segunda proporción que se deriva de la fórmula anterior, es una medida de la relación del capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción. Marx llama a esta relación la composición orgánica del capital: c/c + v = o = composición orgánica del capital.
   La composición orgánica del capital es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo.

6.    La tasa de la ganancia
Para el capitalista la proporción crucial es la tasa de la ganancia o la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total del capital (g): p/c + v = g = tasa de la ganancia.
   La tasa de la ganancia es dependiente de las dos variables más fundamentales, la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital.
   Todo capitalista que logre mantener una ventaja en cuanto a métodos técnicos puede disfrutar de una tasa más alta de la plusvalía y de una tasa más alta de la ganancia.
  


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